domingo, 23 de noviembre de 2008

Punto y coma

Es un malabarismo
lo de estas letras,
son una locura
contra la tortura
que me atrapa
bajo las sábanas,
son dos quiebros
que derrapan hacia ti,
y un jarrón árabe,
de té naranja,
hecho con la yerba
del desierto,
y las gotas de rocío
que lavan la cara
de la madrugada.

Estoy rodeado
de telas blancas
por debajo de las rodillas,
me acompañan entre
luces de colores,
parece que danzan
con los pitidos de los latidos
recién reestrenados,
van de arriba a abajo,
silenciosas,
son de telas blancas,
pero también son diosas,
que me miran para ver
si las dejo de mirar.

Ellas saben que has estado
cerca, muy cerca,
de donde descalcé mis botas
para emprender
esta aventura sin aviso,
fueron las estrellas
de tu costado
las que me orientaron
hacia la orilla,
y no hizo falta el pasado,
ni quiso pecar
de futuro el presente,
porque hoy fue
mañana todo el día,
y por la noche,
estabas ahí otra vez
jugando con la rasta
de tu pelo,
y susurrándome al oído
palabras en curva,
que me cuidaron
para poder despertar,
después de dormirme
en un sueño de sangre
impuesto por la fuerza.

"Punto y coma"
© El país de los tejados. chus alonso díaz-toledo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonito, confuso, maravillosamente renaciente, comatoso, con punto y seguido. Sos un límite ilimitable, Flaco.
Un beso de cerca para vos


Raquel

Anónimo dijo...

Mi estimado, y recuperable, amigo.
Mi estimado, y recuperable, amigo.
Mi estimado, y recuperable, amigo.
Mi estimado, y recuperable, amigo. Mi estimado, y recuperable, amigo.
Mi estimado, y recuperable, amigo.

No sabe usted las ganas que tenía de escribir algo así...

Mi estimado, y recuperable, amigo.
Mi estimado, y recuperable, amigo. Mi estimado, y recuperable, amigo. Mi estimado, y recuperable, amigo.

Anónimo dijo...

pero chus, eres tan tú, tan punto y coma y seguido y nunca final oiga usté, pero siempre tú, y comas y abrazos derrapantes, y curvas que no son curvas si no giran hacia usté.

un beso gordo

Anónimo dijo...

Una ironía esto de los puntos que proporciona un buen coma, mi querido poeta inusual. Un abrazo, y a seguir en punto, niño.

José Manuel Arquiza