miércoles, 23 de diciembre de 2009

Necesidad terrenal

Es mejor callar, para saber
comprender porqué la tierra,
con los pasos del tiempo,
se vuelve suelo de arena,
así pude entender
las promesas invisibles
que dejó el viento,
sobre sus granos inmóviles,
granos convertidos en lienzo
para el recuerdo,
y el recuerdo se adapta
a sus propias formas,
sobrevolando, convertido en sombra,
por el cuarzo diminuto de la piel.

Nombras un mundo azul,
y sin embargo,
eres la memoria humilde
del verbo de las rocas,
y el manto bordado
con el hilo de las grietas,
que regala sus entrañas
para la punzada vital de la raíz,
tú, que estás a los pies de la luna,
y que le sirves de cuna
a los charcos perdidos de abril,
eres la voz de los montes
que desigualan el horizonte,
y provocas el principio del camino,
y te escribes en la cara manchada
de un niño que huye de la soledad.


"Necesidad terrenal"
© El País de los Tejados. Cambalache. chus alonso díaz-toledo.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Recuerdos en la esquina

No sé si es por la imagen
de los papeles
desahuciados de la mesa,
esos que se arrugan
día a día, en una esquina,
después de usar su voz
para que sean ecos
de pensamientos,
y que se quedan
pegados al tiempo,
apoderándose
por un instante de él,
de todo lo que lo envuelve,
y todo lo que contiene.

Porque esos papeles
arrugados tienen
una intimidatoria propiedad,
el aire, que recorre
sus pliegues,
resbala por las aristas
de la fibra vegetal,
y asfixia los pulmones
que respiran
del viento del olvido,
y el papel vuelve a gritar
su tinta de memoria,
y una dulce decadencia
se impone a cualquier artículo
de la ley de la gravedad.

Entonces el sur se vuelve
un pedazo de norte,
y el norte se quiebra
bajo las ramas secas
de un bosque infinitesimal,
y el este sigue alejado
de los planes del oeste,
y en el oeste no dejan
a los indios vivir en paz.
 
"Recuerdos en la esquina"
© Cambalache. El País de los Tejados. chus alonso díaz-toledo.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

A la sombra de Irati

Has vuelto a hacerte en mí,
después de tanto tiempo,
como se deshace la sal
que hace marinera al agua,
con la suavidad de la noche,
que se degrada en el alba
hasta donde los colores
comienzan a ser un día,
así volviste, sin ruidos,
como le llega el rocío
a la sed del amanecer.

Igual que le pasa al viento
cuando vuela sobre la jara,
y se enreda en sus formas,
y queda pegado a ellas,
a la fe del aroma
escrito en sus verdes hojas,
así me ocupas de ti,
como tiempo dentro del tiempo,
como calor que prende al calor,
así te dice mi boca
cuando te recobra en su aliento,
así brotas, tan necesaria,
para que tenga sonido mi voz.


Fragmento del poemario:"A la sombra de Irati "(palabras para las hojas de un árbol)
-versos: del 2932 al 2955 -
© Cambalache. chus alonso díaz-toledo. 2008.