lunes, 26 de abril de 2010

Después

Atrás quedó la dureza
de la puerta cerrada,
no hubo pudor alguno,
se impuso la dictadura
orgullosa del silencio,
y sobre la mesa cotidiana,
las últimas migas
de algún reproche fueron
arañazos de roca dura,
tuvieron el mismo tacto del adiós,
abismos para las manos vacías,
sentencia de una condena
sin juicio que confundía
la luz de la realidad,
y la soledad se hizo
casa prefabricada,
un recinto cerrado,
de huída imposible,
que nunca fue lo que pudo ser.

Ahora me pregunto
si tú te preguntaste,
ahora,
que se enlazan mar y tiempo,
me pregunto si valió la pena
tanto frío,
cuando aún no había
llegado a llegar el invierno,
y la respuesta es un hueco
sin aire para respirar,
un cuadrado sin esquinas,
ni líneas que le den geometría
al nombre del siguiente día,
por eso ya no hay versos
que vuelvan a contar el universo,
ni hay sal para dar sentido
a la necesidad cotidiana
de un pedazo de pan.
 
"Después"
© Cambalache-El País de los Tejados. chus alonso díaz-toledo.

martes, 20 de abril de 2010

Pretérito del oeste lunar

Eres de cada momento,
así naces en mis manos,
perteneciente a ese
tiempo exacto, concreto,
no importa el nombre
que tengan las horas,
ni el lugar del año
que ocupen los meses,
porque te llevo en las huellas
de mis botas viajeras,
y en la firma de todos
los poemas que dejé,
a la espera, guardados
a la sombra de un cajón.

Podría erradicarte de mis días,
y suspenderte entre la alevosía
de toda esta antimateria,
podría reprocharte
por las copias a escala,
o por esconder las rayas
de tus calcetines bajo
unas medias de señora,
podría fingir que olvidé
cómo se hace para leer,
o denunciar que perdí
el bote de tinta para escribir
desde cualquier papel,
podría dejarte para más tarde,
ubicarte junto a los libros
perdidos de tanto uso,
pero la memoria está hecha
con los restos de la piel,
aunque sólo sea memoria,
aunque sólo sea una historia
sobre la tierra del oeste lunar.


"Pretérito del oeste lunar"
© Cambalache. chus alonso díaz-toledo.

domingo, 11 de abril de 2010

Blues mudo de uva morena

Pequeña, pero importante,
como la letra que escribe
la madera en el vino con tiempo,
y de color constante,
alquimia de la uva morena
para la copa de cristal,
delirante, como el aire de levante,
vas y vienes por los andenes,
desde la primera, a la última estación.

Beberte hasta la cordura sería
una solución, una vacuna
contra la guerra fría
que oculta en silencio la voz del sol,
beberte hasta ocupar la memoria
con el olor preciso de tu cuello,
llegar hasta el inicio de la escena
del último pecado original,
y dejar que la piel se desnude
antes de que se nos acabe el cielo,
antes de que llegue al suelo
la última nota de una pieza de jazz.

"Blues mudo de uva morena"
© Cambalache-El País de los Tejados. chus alonso díaz-toledo.