lunes, 10 de septiembre de 2012

Árbol de siempre


¿Desde dónde viene el viento
que habla con sonidos de tu aroma?

Árbol de siempre,
yo quiero aprender a saberte
por los círculos de tu tiempo,
quiero conocer el idioma
de ese aire que te nombra,
a cada instante, sobre la faz
diaria que da rostro a mi ser.

En la savia de tus hojas
nace la tinta de mis letras,
en ella se fecundan los frutos
que quieren engalanar tus ramas,
porque no sé el abecedario,
ni la voz, más allá de donde
terminan tus fronteras,
por eso recorro la corteza,
que se vuelve piel de tus poros,
y me visto con la lluvia de otoño,
para que te empape en silencio,
y te bebo impaciente, como se bebe
la sed que viaja por caminos de dunas.

Quiero ser, grano a grano,
puñado a puñado, la tierra
en la que despiertan tus mañanas,
quiero sentir la raíz de ti,
aferrada a la vida, clavándose
en lo más hondo de mis días,
y que me susurren el cuento de las nubes
los hayedos que saben de tu infancia,
así seremos el rocío
que precede a la calma,
y despediremos al alba
o como dos verbos mojados,
que mezclan sus respiraciones,
bajo un cielo pintado
con las luces del universo añil.


 "Árbol de siempre"
© Ediciones Cambalache. Pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo.