sábado, 26 de septiembre de 2009

Azul sin frío

Con agua de hielo azul, y sin frío,
dos actos de sed se beben el rocío,
dos lenguas calladas, desnudas,
dos razones para las camas furtivas
que duermen tras el muro del qué verán.

¿Acaso no tuvo la sangre el valor
valiente para circular por la causa?

Coincidieron, en el mismo miedo,
y a la misma hora punta,
se arrinconaron como el polvo,
se mutilaron todas las frases
con los cuchillos del punto final,
tapiaron la voluntad de su oídos
con el silencio del barro seco,
borraron las huellas en el tacto
de cada uno de sus diez dedos,
y renegaron como la madrugada
reniega de la impaciencia del sol.

Los bosques quisieron comenzar
a abandonar los colores verdes,
los mares se quedaron a la deriva,
asesinados por la calma chica
que se evapora con la realidad,
el horizonte quedó a sus espaldas,
toda aquella dislexia circunstancial
llegó a tomar forma de ingeniería,
y se confundieron con las obras,
y se mancharon con los grises
del cemento que eleva la soledad.

"Azul sin frío"
© El País de los Tejados. chus alonso díaz-toledo.

4 comentarios:

Álvaro dijo...

La belleza de los versos tiene el color azul. El intento que busca una explicación convincente, la duda que impide el ritmo normal de la respiración. Mi querido amigo, usted vuelve a dar una vuelta más al universo de los sentimientos, deja que la fantasía pueda llegar a ser más cierta que la realidad.
Mi admiración por sus letras.
Un abrazo

Sara dijo...

Me encanta, Chus. Un beso desde Fez, se te echa de menos.

Analetra dijo...

Con tu permiso me llevo este poema a mi clase de mañana. Ya te contaré los resultados.

Analetra dijo...

Qué mal educada, vengo, te robo los versos y me voy.
Muchos besos, Chus.