martes, 3 de marzo de 2009

Teatro de salón

La vieja vela aún se mantiene
encendida sobre los recuerdos
de su propia memoria de cera,
me regala la cálida luz naranja
por la que sueles discurrir
como si fueras aceite eterno,
y también me deja cien palabras
que se arrugan en el fondo mudo
de los mundos de la papelera.

Por las paredes de la habitación
nacen teatros de sombras
que hablan en chino mandarín,
son formas casi incomprensibles,
bailan al ritmo del fuego vivo,
en ellas vuelvo a escucharte
como si fueses el silencio
que se habla por las afueras,
y dejo que mi mano tape
los recovecos de la noche
por los que te escapas descalza.

No sabría elegirte por defecto,
ni descartar tu magia epistolar,
pero fuiste tan cierta en cada día,
y tan presente en las esperas,
que ahora me pareces el sueño
que nunca llegué a dormir.


“Teatro de salón”
© El País de los Tejados. chus alonso díaz-toledo

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial, aunque un poco manchado de tristeza.

Anónimo dijo...

Genial, aunque un poco manchado de tristeza.

bajamar dijo...

hermoso texto, precioso...

saludos desde la lluvia.

Gracias por saltar la barda y andarte en mis tejados de vez en cuando...minino ,minino...llueve