jueves, 12 de enero de 2012

Cristales de ciudad


Me preguntas por la tristeza
de la ciudad en las ventanas,
y pienso en las lágrimas lejanas
a las que no se escucha llorar.

¿Acaso conocen los cristales
la verdad de la pena que los moja?

Ellos cuentan las gotas,
son el lecho que las siente
resbalar por los caminos
mínimos de un mar imposible,
y brillan sobre la urgencia
de las calles donde se pierden
los paraguas de los nombres anónimos.

Así, en cualquier sitio
de cualquier lugar,
el día es una película que calla
cuando las nubes tienen la palabra,
y los vidrios cuadriculados
toman el espíritu de las hojas,
y en las tormentas del libro de otoño
crecen charcos como reflejos de cielo,
son cielos desnudos de cielo,
cielos vestidos con humo de agua
y recuerdos de vientos rizados.

Cristales de orgullo herido
por la indiferencia de las piedras,
multiplicaciones de verdades visuales,
llegadas desde la obligación
que se encierra en la mentira,
luminosamente metropolitanos,
herméticamente cerrados,
como si fuesen templos de la vida
mortalmente herida en horario laboral,
y el silencio se amordaza
con el fruto de la arena fundida,
y los sonidos son espejismos
de otro mundo, al otro lado del ventanal.

"Cristales de ciudad"
© Ediciones Cambalache. chus alonso díaz-toledo.

3 comentarios:

El gallinero de Rosa dijo...

" Y pienso en las lágrimas lejanas a las que no se escucha llorar." Tus palabras siempre dejan poso en mi .
Un beso

Miguel Bueno Jiménez dijo...

Cristales urbanos, tan tristes como callejuelas sin adoquines, en noche siempre sin luna, sin cielo, a la fúnebre luz de faroles olvidados. Esperando en las cuatro esquinas una luz por llegar en noches de nuevo iluminadas. Esperanza en otra trasparencia de un mundo soñado, donde los cristales dejen de llorar.

A mi admirado Chus.
Piedra

L.G.M. dijo...

Envidio la capacidad visual que tiene tu poesía, los versos son fotografías y cuadros contados con palabras.
Un abrazo, Chus.