jueves, 30 de junio de 2011

Mecánica cuántica

La quietud se envuelve en ella misma,
y vuelve a ser esa fiel
aliada del silencio de carácter privado,
el acento de la tarde es leve,
tanto, que predice el olor
de la tierra mojada a la altura del cielo.

Entre la inquietud de los dedos
se estremecen los prólogos
de las historias sin germinar,
sus lugares de existencia
crecen en los diminutos surcos
de los laberintos dactilares,
los que otorgan una exclusividad
no siempre bien entendida,
y nacen las sombras ,
bailando sobre las paredes,
paridas desde el fuego
que lucha contra la sentencia
pálida del invierno pendenciero.

Entonces la probabilidad
de una idea única se quiebra
a fuerza de pensarse una y otra vez,
mientras la taza de café se burla
y se enfría, ante la visión estéril
de un papel en blanco, un papel mudo,
posiblemente sin ganas ya de ser papel.

En este desierto podrían caber
estas cuatro paredes de universos,
y los mares de mil novelas
de piratas con parches negros,
pero tú, tal vez inconfesable,
te derramas por cada uno de los bordes
de cualquier cuento que intento,
y practicas la superposición cuántica,
que te deja en todos mis sitios, a la vez.


“Mecánica cuántica”
® Ediciones Cambalache. chus alonso díaz-toledo.

2 comentarios:

Lala dijo...

Precioso el giro final, siempre tienes un último salto mortal.

besos cuántico

Anónimo dijo...

Me ha encantado eso de: practicas la superposición cuántica.
Poesía con todas las letras. Había leído prosa suya, quedé gratamente impresionada. Un día alguien me comentó que su poesía era personal e intransferible, en lo que a la manera de exponerla. Realmente engancha. He leído en algún comentario, de otro poema, a alguien decir que se habla muy bien de usted en determinados círculos literarios, bastante "sesudos", todo sea dicho. Le aseguro que la ternura con la que hablan de su persona es tanta, como el respeto que sienten por su obra y su pensamiento. Ha de ser usted una persona interesante para conocer.

"La Observadora de la Letras"
Saludos