martes, 15 de marzo de 2011

Datando

Eres una playa hecha con los cristales
derramados desde una ventana del silencio,
crujir semántico que otorga peso
a la reunión del aire por metro cuadrado,
y en medio yo, o una parte suficiente
de mi mí, ejecutando la presencia.

En este acto de fe, en esta comunión
de palabras escritas sobre los papeles,
en los que aprende su caligrafía el argón,
surge la tentación de una mirada
clandestina al escote de la madrugada.

Adentrarse en el pálpito de un año luz,
ser parte del vértigo de todo lo cercano,
y del eco que acoge el verbo ancestral
en el que lloraron su nacer las estrellas.

Madrugada, presagio incesante del alba,
estás hecha con los restos de los delirios
que no tienen sitio bajo la luz de la razón,
y te envuelves con los colores caídos
desde los comienzos del universo,
por eso eres el verso que besa el papel,
y la ausencia de la piel que grita el alma,
madrugada despierta para el que calla,
horas de oscuridad en blanco para volver a ser.


"Datando"
© Ediciones Cambalache. chus alonso díaz-toledo.

1 comentario:

Carolina dijo...

Vuelvo a tu poesía y vuelvo a disfrutarla. Da lo mismo que sea de día o de madrugada como ahora, tus letras siempre despiertan los sentidos más profundos. Es un placer ver el mundo desde tus ojos, y como casi no tienes ojos... :-p

Un beso desde tu misma ciudad.