martes, 17 de agosto de 2010

Reflejos sin rubor

Ahora que el tiempo se llenó
de moho, y de humedad,
ahora que las horas
tienen desconchones con la forma
exacta de tu nombre,
me pregunto si alguna
vez fui origen,
o simplemente mil palabras más.

No tiene la culpa aquella
ciudad olvidada
que ahora se renombra
con mis palabras,
y que otros se prueban
fuera de su propia talla,
ella no supo que se volvería
una prostituta sin cuarto propio,
y con ventanas tapiadas
hacia donde siempre
nacieron las olas del mar.

Creo que el rubor tomó
la puerta de salida,
creo que no quedan
lugares para la distancia,
creo que nunca viste
más allá de la comodidad
de la ceguera buscada,
y es por eso
que la pena me visita,
y me trae noticias
de lo que, una vez,
pudo llegar a ser rabia.

Deja que las caracolas
sean eso, caracolas,
deja que el eco
no se manche con otra voz,
inventa tu propio mundo
fuera del que fue mío,
y que tus cadáveres vivan
su muerte premeditada,
porque tienes al difunto
en tus dedos,
como si fuese el alimento
que le da la vida a tu ser.


"Reflejos sin rubor"
© Cambalache. chus alonso díaz-toledo.

2 comentarios:

Carles dijo...

Hermoso y contundente, un poema que suena en cada letra.

Un abrazo

Lala dijo...

me pregunto si alguna
vez fui origen,
o simplemente mil palabras más.


El poema es espectacular, y estos tres versos lo resumen todo.

Un beso enorme, Chus.