De tímida luna y luz de agua,
hija bastarda del cielo,
huérfana absoluta de las estrellas,
arropas tu piel de silencio
bajo las sábanas desiertas
que cubren el horizonte,
así estás atada a los destinos,
presente en la soledad de otros,
como las letras de las cartas
donde se dan cita los delirios,
esas en las que las ficciones
estallan
por la gravedad
forzada en la que vive la realidad.
Calle de paso en cualquier lugar,
asfalto y cemento con destellos
rectangulares de cristal,
metro por metro,
paseo por el que circula
un día cotidianamente diario,
tiempo amenazado por la cuerda
de una horca anudada a un viejo reloj,
lugar para que la ilusión
se quiebre
a la altura de la desilusión,
calle callada para que los sueños callen
y para que el silencio tenga su propia voz.
Penas para las venas diarias
que hacen equilibrios,
calles de ropas cansadas
fuera de los intereses de un mapa,
oasis con los besos de los portales
donde se esconden los primeros besos,
calle que se hace compañera
y frontera en la vida de un niño,
desengaño y certeza comparten
aceras
cada vez más pronto,
cada vez más cerca,
cada vez más vez.
"Calles de calle"
© Ediciones Cambalache. chus alonso díaz-toledo.
miércoles, 21 de septiembre de 2011
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2 comentarios:
Una calle que encierra tantas calles. Me encanta tu poesía y me ocurre lo mismo con tu prosa. Expresas de una manera muy personal, es totalmente tuya. Cuando se te lee se da un caso curioso, tus palabras están dentro de nosotros pero no las sabemos ver.
Besos de una profe de literatura que admira tu escritura.
Me gusta mucho el final de la poesía. Sus últimos versos culminan una historia realmente lírica.
Besos Chus.
_-rkl-
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